Voy a seguir hablando de paz... aún en medio de una guerra. Seguiré gritando incluso cuando otros callen.

miércoles, 20 de julio de 2011

Pequeñeces... ¡Grandiosas!

Pisar los charcos...



Abrazarte con las manos de mi corazón...



Una mirada cómplice...




Acurrucarse en tu regazo, sin decir más nada...




Que alguien te preste abrigo cuando lo precises...



Despegar y... ¡¡Volar!!



Y tu, ¿Con cuál te quedas?

Un beso,
Natacha

viernes, 8 de julio de 2011

Principios y términos... ambos la misma cosa.

Es curioso cómo lucha uno cuando tiene una meta clara... Las fuerzas no te abandonan y caminas, caminas aunque los pies te sangren porque...¡has de llegar!

Es curioso también cómo se convierte en un problema llegar al final, terminar el camino y llegar a la bifurcación en la que te ves obligado a pensar, a decidir qué sendero tomar...
Entonces es cuando, paradójicamente, las fuerzas suelen abandonarte.

Y uno se pregunta... ¿Para qué he de seguir? ¿Cuántas disyuntivas más encontraré, cuántos parones harán de mí, de nuevo, un mar de preguntas...?

He terminado una etapa de mi vida, que ha sido tan densa y complicada que no creí conseguirlo.

Cuántas veces mi mente tiró la toalla, cansada de intentarlo, pero mis manos decían: No. Mis pies: camina. Y mi corazón: Late, cobarde, late...

Ya casi toco la cima con los dedos y es ahora, cuando me asusta lo que haré después. ¿Y si tan sólo hay descenso, descenso a la oscuridad...?

¿De dónde sacaré de nuevo fuerzas para una nueva andadura?

Mis pensamientos y mi vida volaban como pájaro atrapado entre cristales. Se golpeaban constantemente contra ellos sin entender porqué podían ver el exterior con total nitidez y sin embargo no era posible atravesarlos... y salir.


Duro y difícil encontrar la salida porque era igual que el resto... Una uniformidad cansina y homogénea, plagada de colores, unos iguales a otros. La misma luz, los mismos brillos dentro y fuera... ¡Desesperante!

Pero creo que ya la encontré. Una pequeña grieta se abrió y un destello de luz, distinto a otros que nunca había visto antes, se coló por la pequeña fisura...

Al salir, un viejo pájaro me sonrió entre cansado y feliz y con esa socarrona sonrisa que tienen los que se saben en poder de la respuesta que a tí te vuelve loco...
Con una calma algo cruel me dijo que ese destello que había visto, no era sino mi coraje que ,sin saberlo, había diezmado el poder del miedo, que, como todos sabéis, es capaz de mostrar realidades distorsionadas en los ojos de quien se lo permite.

y ahora puedo caminar o volar en línea recta todo el tiempo que desee, con el temor y la satisfacción de poder equivocarme, de errar y rectificar cuando lo considere oportuno.

¡Qué hermoso y terrorífico es llevar las riendas de tu propio coche de punto!




Espérame, VIDA, que voy...

(Hay sitio para quien desee acompañarme un trecho... o siempre)

Volver... es hermoso y sé que todos vosotros estuvisteis ahí. Gracias amigos.
Un beso,
Natacha.
"Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños."

Kalil Gibran
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